Hacen ya más de seis años desde que Fernando Torres marcó el único gol de la final entre España y Alemania y le dio a su país el título en el torneo de fútbol más importante de Europa y el segundo en el alucinante mundo del fútbol. Estas son las siete razones por las cuales los españoles se vistieron de gloria:
1. Por Luis Aragonés, quien supo armar un equipo equilibrado en todas sus líneas, comenzando por el cerrojo del marco en donde Iker Casillas fue, como en otras ocasiones, definitivamente esencial. El sabio de Hortaleza tuvo además una defensa sólida, una zona de volantes en donde Senna fue un muro y Xavi Hernández, Andrés Iniesta y David Silva una máquina para demoler a los rivales, complementado con un “Niño” Torres inspirado y un David Villa letal. Aragonés supo sacarle provecho a las experiencias amargas de Alemania 2006 frente a Francia y tomó las precauciones necesarias para evitar sorpresas desagradables.
2. Iker Casillas. El portero de Móstoles fue capitán, líder, salvador y símbolo de este equipo. Estuvo gigantesco ante Italia en donde su actuación fue clave para conseguir el pase a la semifinal con un tiro a quemarropa desviado con el pie a Camoranesi y dos penas máximas atajadas en la tanda para definir al ganador luego del empate a ceros en el juego de 120 minutos. Ese día De Rossi y Di Natale estuvieron con la puntería desafinada ante un portero agigantado en un momento definitivo.
3. Los muros de atrás y las flechas de los lados: Carlos Marchena y Carlos Puyol fueron una muralla insuperable y no cometieron equivocaciones. Frente a ellos fracasaron y se fueron sin pena ni gloria Luca Toni, Ivan Sayenko, Roman Pavlyuchenko, Schweinsteiger, Ballack, Podolski, Klose y Mario Gómez. Por su parte Sergio Ramos y Joan Capdevila se constituyeron en una fuente de oxígeno para el ataque español y un obstáculo insalvable para los contrarios cuando pretendieron jugar al contragolpe.
4. La fortaleza de Senna y la capacidad creativa de Xavi Hernández, Andrés Iniesta y David Silva. Una mención especial merece Fábregas, quien no fue titular fijo, pero cuando se necesitó de sus servicios respondió con solvencia como la noche de fantasía en que La Roja bailó a Rusia y la derrotó 3-0.
5. Por su compromiso con el buen fútbol. España siempre buscó la victoria, no especuló, no esperó a ver qué proponía el rival, no se colgó de los palos, no jugó al error del contrario. En resumen, su fútbol fue alegre, práctico, productivo y eficaz. Jugó como se espera que lo hagan los equipos comprometidos con sus metas. Y siempre, siempre, fue el cuadro que puso las condiciones.
6. Por su historia. España es un país futbolero por excelencia. Sus equipos se arman siempre para ganar y no ahorran esfuerzos para conformar las mejores nóminas. Su liga es, sin lugar a dudas una de las mejores del mundo. Y su selección absoluta, a pesar de no haber ganado (hasta ese momento, ganó el primero en 2010) ni una Copa del Mundo, llega siempre como favorita por su compromiso con el fútbol bien jugado y por el poderío de las nóminas con que se arma. Hoy exhibe en sus vitrinas dos trofeos como ganador de Eurocopas y un subtítulo de ese mismo torneo (actualmente cuenta con tres Eurocopas, un subcampeonato de Europa y un Mundial). Además, tener en su memoria histórica nombres como Jesús Pereda , Marcelino Martínez (autores de los goles en el título de 1.964) Zubizarreta, Butragueño, Raúl o Camacho hacen que los hechos se conviertan en leyenda.
7. El respaldo del pueblo español. Desde los reyes hasta el más humilde de los españoles respaldaron a su selección y lo hicieron en todo momento. Alrededor de La Roja se unieron los periodistas, los entrenadores y la hinchada y de esta forma el equipo siente el respaldo que luego se traduce en actuaciones memorables como las de esta Eurocopa pero sobre todo en los partidos ante Rusia y Alemania, los cuales quedarán inscritos como epopeyas del fútbol europeo y victorias doradas para el balompié español.
España, justo Campeón de Europa. Gracias por su aporte al fútbol un deporte que es mucho más vistoso cuando lo practican artistas del balón bajo la orientación de un director de orquesta como fue Luis Aragonés, comprometido con la creatividad, la imaginación y el genio.
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