El problema del club, es extradeportivo, debido a que el lío está en las oficinas.
El empresario de nacionalidad india, Ali Syed, compró el club por una cantidad de 3 millones de euros e intentó revenderlo por una cantidad mucho más superior, 15 millones.
La llegada del empresario, llenó de optimismo a la afición del Racing, ya que prometía consolidar al equipo cántabro entre los 3 mejores de España, invertir en la comunidad autónoma y traer a buenos jugadores al club.
El magnate indio, invitó a los representantes de la casa real de Bahréin al palco de El Sardinero, con intención de venderles acciones del club, además de intentar que la familia real de ese país, pagara las deudas que tenía el club cántabro. Ali Syed iba a ser un intermediario entre la directiva racinguista y la familia real de ese país. Pero las revueltas sociales de carácter político en el Golfo Pérsico, impidieron la llegada de los monárquicos bahreinenses, trastocando los planes de Ali.
Al no llegar los invitados de Syed, el empresario indio no se responsabilizó de pagar la deuda del Racing y tampoco ingresó más dinero en las arcas del club. Todos los directivos presentaron su dimisión. Los jugadores no cobraban sus nóminas, y un grupo de los integrantes del equipo, se reunió con el magnate para hablar de los pagos. Ali Syed pagó parte de los sueldos atrasados. El empresario indio fue hablando con los jugadores durante varias semanas, prometiéndoles una fecha definitiva para ingresarles el salario atrasado. No se cumplieron las promesas de Ali y los jugadores del Racing manifestaron públicamente su situación.
Ali Syed destacó en el panorama deportivo español debido a la alegría con la que vivía los partidos.
En verdad, las operaciones financieras del magnate indio, no han sido muy beneficiosas, generando muchas deudas y quiebras a su paso.
Recientemente, Ali Syed ha renunciado al 99,89 % de sus acciones, lo que le permitirá al club de Santander, lanzar una ampliación de capital de 4 millones de euros y facilitará el cambio de propiedad. Se convocará una junta de accionistas buscando aportaciones económicas. La participación de Ali en el club, quedará reducida a un 1%.
Cabe destacar, que el actual presidente del club, Ángel Lavín, es el sucesor y el amigo de Francisco Pernía, el anterior presidente, causante según la afición cántabra, de la debacle del club. La afición del Racing de Santander, culpa de la actualidad del equipo al antiguo gobierno de Cantabria y a la mala gestión económica del actual presidente, además de hacer creado un ambiente de odio y rechazo a Ali Syed.
¡ AÚPA RACING !
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