Historia de una noche mágica
Noche inolvidable el vivida ayer en el Municipal de Balaídos. Hace tan solo dos jornadas, quien le diría a la afición celtiña que los suyos iban a seguir siendo equipo de Liga BBVA la próxima campaña. El Celta era colista, a cuatro puntos de la salvación más golaverage (cinco puntos virtualmente), con seis por disputar. Algo prácticamente imposible. Muy pocos eran los celtistas que creían en el milagro. Por los alrededores de Balaídos se escuchaba la frase de "Bueno, el año que viene, en Segunda, carnet más barato".
Domingo 24 de Mayo. Jornada 37 en la Primera División del fútbol español. El Celta se la jugaba en Pucela ante el Valladolid. Los vigueses si perdían o el Deportivo sumaba los tres puntos, serían matemáticamente de Segunda. Además del partido del Dépor, Vigo también atendía a los transistores para enterarse de los resultados de Granada, Osasuna, Zaragoza y Mallorca.
Empezaba bien la cosa, perdían casi todos los de abajo y tan solo el Celta ganaba. El Deportivo de la Coruña perdía en Sevilla, el Mallorca y Zaragoza hacían lo mismo frente a sus respectivos rivales. Granada y Osasuna consumaban su permanencia, pero eso no importaba, el Celta llegaría a la última jornada con muchas opciones de permanencia. Si la Real, que se jugaba entrar en Champions League, vencía en Riazor al Deportivo y el Celta conseguía ganar a un Real Club Deportivo Espanyol sin jugarse nada, el conjunto celeste sería, un año más, de Primera. Las ilusiones de los celtistas se despertaban.
Sábado 1 de Junio de 2013, 18.00h. En las afueras del Estadio de Balaídos unas 10.000 personas esperaban ya a las 21.00h. Los aficionados no dejaban de animar, gritar, correr, saltar, reír y como no, beber. La mecha de la ilusión celeste estaba encendida. Pasaban los minutos y la hora de la verdad se acercaba. Muchos nervios.
Aficionados antes del partido. |
20.55h de la tarde/noche en Vigo. Todos los fieles del conjunto olívico en sus asientos, Balaídos presentaba un aspecto similar al de las noches mágicas, y finalmente, fue en lo que se convirtió ese día. Salían los veintidós protagonistas al terreno de juego, sonaba el himno y, bufandas al vuelo, los celtistas cantaban el himno 'a capella'. Al acabar este, todos encendían sus transistores, atentos a lo que ocurría sobretodo en Riazor y también pendientes de La Romareda y Son Moix, pero en un segundo plano.
La afición del Celta. |
En Balaídos se cantaba un gol de la Real, que no había ocurrido. El Celta salió fuerte, apretando al conjunto barcelonés. Las ocasiones llegaban y en el minuto quince, Aspas regateaba a Colotto (muy pitado en Vigo por su pasado deportivista) y pasaba atrás a Natxo Insa para que empujara a placer el balón al fondo de la red. Balaídos explotaba, eso era una olla a presión. Se celebraban los goles del Sevilla al Valencia, que hacían que si la Real marcase un gol al Deportivo jugase en Champions la próxima temporada. Y así fue, un gol de Griezmann antes del descanso hacían reventar el estadio vigués. Sonaba el "¡Sí, se puede!".
Natxo Insa celebra su gol. |
Invasión de campo. |
El Celta estará un año más en 1ª División, mientras que Mallorca, Deportivo y Zaragoza jugarán en la división de plata. Muchas felicidades al celtismo, que ha sido una gran parte de la salvación del Celta. Una afición de diez para un equipo con sangre. Ánimo a los aficionados de los equipos descendidos, pronto volverán. Veremos que pasa la próxima temporada. Saludos.
FIN
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